Queda muy poco para acabar este año 2015, un año que debo calificar y titular como el “AÑO DEL CAMBIO”, el cambio socio político y en mi caso de manera especialmente brillante personal y profesional.
Cambios de sillón, de besos y abrazos, de compañeros y compañeras, de aires, de casa… bueno esto de momento no. En definitiva, cambio de vida.
Este año pasará a la historia como el año en el que coincidieron las elecciones catalanas más polémicas de la historia con otras autonómicas y municipales y por último con las generales. Todas ellas han modificado considerablemente los tableros de juego con la inclusión de nuevos jugadores. Eso sí, hay muchas partidas a día de hoy que no se han podido empezar por falta de acuerdos e incluso no se descarta el reinicio de algunas en los próximos meses. ¡Empieza regular la historia, y lo peor de todo es que el futuro no es mucho más optimista! ¿Qué ocurrirá? Lo veremos en el año 2016.
Lo que está claro es que en este año ha habido un antes y un después en política y esto no se puede negar, al igual que tampoco se pueden obviar las nuevas fuerzas ideológicas.
Dejando a un lado la política nacional, el año 2015 nos ha dejado otras muchas noticias, como el desbloqueo de Cuba y la recuperación de sus relaciones internacionales y en especial con los Estados Unidos.
También hemos sufrido el horror y la masacre terrorista, a primeros de año tratando de coartar la libertad de expresión contra una revista satírica al norte de Francia, el Charlie Hebdo, y recientemente en París donde fallecieron 137 personas y otras 415 resultaron heridas.
Una gran tragedia que nos ha exigido a todos reflexionar y replantearnos la grave situación del mundo en el siglo XXI y que acoge una guerra en Oriente Medio.
Como consecuencia, nos hemos encontrado con la mayor crisis de refugiados en Europa desde la segunda Guerra Mundial. Esta situación grave y cruel, ha empujado y obliga a millones de personas de origen sirio, afgano e iraquí entre otros a abandonar sus países para emigrar a otros lugares donde no les han puesto, por cierto, las cosas demasiado fáciles
Una vez más, ha habido muchas palabras de cara a la galería que ha costado convertir en verdaderas acciones.
Dicen que de los errores se aprende, y espero que en el 2016 todos, yo el primero sepamos hacerlo.
Estoy convencido de que el nuevo año nos espera con novedades positivas, proyectos y muchas oportunidades que no hay que dejar escapar. Tratar de afianzar lo conseguido en este año y luchar por evolucionar a poder ser por encima de nuestras posibilidades que de momento, soñar es gratis así que vamos a aprovecharlo.
Feliz año 2016, Urte berri on y que todos tus sueños e ilusiones se hagan realidad.
Ah! Y muchas gracias por todos los momentos que hemos vivido y compartido. En el 2016, ¿repetimos?